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martes, 16 de febrero de 2016

LA LÁ INTERVIÚ .::. "Grabar 'Rosa' fue un acto propio de una real desubicada"

 Foto x Julio Pérez Luna

Giovanna Núñez, el cerebro detrás de esa floritura sónica llamada LA LÁ, pergeñó el 2014 uno de los discos clásicos de la neo música peruana. "Rosa", el documento en cuestión, fue para la escena local no solo una sorpresa pero sobre todo la constatación de que más allá de los consabidos tótems del intento/remedo de industria cultural que tenemos, existen capos y capas situados a años luz de las medianías con las que nos atosiga la mass media, preocupada únicamente en llenarse los bolsillos como sea. Neo liberalismo que le dicen.

Ante tal escenario la música de Giovanna es casi un sin sentido que por contradictorio que parezca solo podría provenir de un lugar como Perú: nuestra historia está llena de creadores de semejante porte. Las referencias musicales amén de la temática que aborda La Lá trascienden desde el vals criollo, la bossa nova, Jesús, el desamor, la madre, el bolero... Un universo alejado del standard musical local y que al mismo tiempo los cruza casi todos. Alicia Maguiña meets Blanca Varela in paradise.

En Perú Avantgarde presentamos a los fans del blog y de la avanzada peruviana la entrevista a Giovanna Núñez a.k.a. La Lá que realizamos este verano infinito, como dirían los Aloardi, al son de cerros y unos.

 
Recuerdo que en la Ruiz me pasaste el “Medulla” de Björk, una artista que seguro amas. Pero hay alguna distancia –y gran mérito evidentemente- entre ser fan de la música y empezar a componer y presentar un trabajo propio. Cuéntanos, ¿en el principio qué te motivó a entrar al mundo de la creación musical?
 

Al principio no sabía que estaba entrando en el mundo de la creación musical; no sabía qué estaba haciendo. Solo agarraba la guitarra y cantaba pensando que las cosas que hacía eran pura payasada porque yo no había estudiado música ni ningún instrumento. No era posible que mis juegos llegaran al estatus de “canción”.

Esa Sabatina de la UARM el 2004 donde presentaste “Oeste” fue una explosión catártica. Para los que estuvimos ahí nos será imposible olvidar tal hermoso remezón. ¿Qué recuerdos o qué es lo que te ha quedado de la experiencia de ser estudiante de una carrera tan especial como Filosofía? ¿Alguna relación con tu música?


En ese momento que tú recuerdas, yo probé por primera vez qué era una canción: entre muchas cosas, un puente, una comunicación entre dos personas que pueden ni siquiera haberse visto antes. De la carrera de Filosofía tengo recuerdos muy hermosos. No fui muy eficiente como filósofa porque siempre me quedaba colgada en alguna parte de la lectura. No soy buena estudiante, no tengo orden. Pero las cosas que pasaron por mí en el tiempo de las lecturas filosóficas fueron, más que intelectuales, remezones espirituales para mí. Creo que la música y la filosofía tienen en común en mí, que he ido hacia ambas con mis intereses vitales y por eso he hecho ambas como las he hecho, a lo bestia.
 

El artwork interior de tu disco es hermoso, lleno de colores y fantasía y fue realizado por Alexandra Wendorff. ¿Cómo así surgió la idea de trabajar juntas? ¿El trabajo de Ale tuvo alguna directriz tuya o fue 100 % su creación? 

Alexandra es también la autora de las fotos del disco, de portada y contraportada. Ella las tomó en un concierto y no sé cómo logró ese resultado. Ella me pasó las fotos y sentí que esa era la imagen de mi disco. Me han dicho que es muy lúgubre, que parezco una calavera, que parece disco de metal… y me parece perfecto eso. Luego le pedí un dibujo que tuviera las dimensiones del disco abierto. Yo había visto su trabajo y me gustaba mucho así que le pedí que me dé lo que ella quisiera.

 

En los conciertos te vimos acompañada de un guitarrista. Podrías contarnos sobre el proceso de grabación y composición de los temas de “Rosa” (Independiente, 2014). ¿Quiénes participaron? ¿Cómo se estructuraron los temas? ¿Qué instrumentos empleaste? ¿Cuánto tiempo tomó grabar todo el disco? 

La gente se confunde siempre. Como me ven con un hombre al costado en el escenario, tienden a pensar que yo soy la cantante y él es el que compone. A mi amigo y guitarrista, José Pablo Menajovsky, se le acercaban a felicitarlo por sus composiciones después de los conciertos. Cuando él les decía que las canciones eran mías, se daban media vuelta y se quitaban. A algunos hombres les cuesta reconocer o felicitar por algo que ellos admiran a una mujer. El Perú es un país muy machista todavía.
 

El disco demoró en ser grabado, más por temas logísitcos que por temas musicales. Empecé en mayo del 2013 y acabé en febrero del 2014, cuando lo publiqué. Las composiciones, los arreglos y la producción musical las hice yo. Salvo los arreglos de "Selva Negra" que los hice con José Pablo, quien, además, adaptó para esta canción una introducción de guitarra del maestro Rafael Amaranto, del vals "Una copa más".

La grabación la hice en 3er día estudio, de José Becerra. Yo no quería una cosa perfecta, quería conservar mis resquebrajaduras en el sonido también, así que estuve eligiendo cada pista, volumen, instrumento, corte, al costado de José Becerra, quien fue estupendo por su profesionalismo, receptividad a mis ideas y su respeto absoluto, raro en el ambiente musical donde me había encontrado con tanto “flaquita, déjame que yo te diga cómo es”. Por eso, grabar un disco, encima, con algunas rarezas, siendo mujer y no habiendo estudiado música, fue un acto propio de una real “desubicada”.


Los músicos que participaron fueron José Pablo Menajovsky en la guitarra, José Becerra en la Guitarra de "Hiedra", yo misma en alguna guitarra, Matías Recharte en las percusiones, Teté Leguía en el contrabajo, Fil Uno en el violoncello, Ángel Rafaelli, improvisando en los teclados de "Mango", Ana Cuadra en el violín, Lucía Vivanco en la viola y Junior Pacora en el saxo, la flauta y el charango. Todos ellos, con su talento y con su fuerza, han dado vida al disco.


¿Qué crees que es lo que tu público disfruta o encuentra en el sonido de La Lá? 


Lo que más me han dicho es “tranquilidad”. Pero no sabría decirte. Yo hago mi música con mucho cariño, con mucho amor y sentimiento, y espero poder transmitirlo. 

La prensa escrita así como algunos canales de TV y portales web han recibido entusiasmados tu música, casi desde el primer día que tu disco salió a las calles. ¿Cómo tomas este alentador espaldarazo de los medios hacia tu propuesta?  ¿Qué consejo darías a l@s más jóvenes que recién empiezan? 


Que hagan las cosas que les gustan sin pensar en el efecto que pueda causar en su público o en la prensa.



Por favor menciónanos los discos más importantes que has escuchado en la vida. Algo así como un Top 10. 

Me gusta muchísima música, difícil hacer un top 10. Te puedo decir que me aloca la música melódica, dulce y bailable. Por eso toda la vida he tenido debilidad por la guaracha, la salsa, el pop y el house antiguo. Me aloca "Of the Wall" de Michael Jackson y "The Living Road" de Lhasa de Sela, y muchas cosas en el medio y alrededores. Además, uno siempre va renovando sus toptenes, con las cosas que va uno viviendo.

¿Estás ya componiendo un nuevo álbum? ¿Puedes contarnos algo en ese respecto? ¿Nuevas sonoridades en mente quizás?


Estoy componiendo, no sé si es un nuevo álbum. Prefiero componer nomás, sin tener ese objetivo del nuevo álbum, porque la razón para componer es ser feliz y vivir.
 

Muchas gracias por concedernos la entrevista Giovanna. Un verdadero honor. Si hay algo que quieras decir a los lectores de Perú Avantgarde o a los fans de tu música este es el momento. ¡Buen vuelo! 

Les diría que conozcamos más la música tradicional del Perú -sin dejar de disfrutar de todo lo que se nos cruza de afuera o de aquí contemporáneo- porque eso nos convierte de caldito de cubito a chupe de camarones. 

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

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es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

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pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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